La
muerte nunca perdona a casi nadie porque cada vez que estamos ante
una situación de peligro nos puede perseguir a todas horas.
Cada
vez que soñamos o pensamos en cosas muy importantes nos viene a la
cabeza de que sigue en nuestro cerebro, ya que está en todas partes
del mundo.
Por
una parte, hubo mucha gente que murió debido a las guerras donde los
hombres luchaban siempre y acabarían muertos por los disparos y
también cuando empieza a sufrir enfermedades como cáncer, tos o que
les atropellen algún medio de transporte como moto, coche, etc. A
mucha gente le ocurre esto a veces.
Por
otra parte, debemos dar el valor a las cosas no por lo que valen,
sino por lo que significan en la vida de las personas. Aprovechando
cada minuto de la vida como si fuera el último, escuchando nuestro
corazón e interpretando lo que nos dice.
Un
trozo de vida regenera nuestra juventud y nos hace envejecer más
tarde, la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. La
verdadera felicidad está en la forma en que cada uno tiene de vivir
su vida, estrechando lazos de amor, compresión y amistad con los
seres que nos rodean.
No
podemos dejar pasar un solo día sin decirle a la gente que queremos,
que la queremos porque, de esta forma, nuestra vida tiene un sentido
completo.
La
vida es un regalo que se nos da cuando nacemos y así como nos
aferramos al dedo de nuestra madre, cuando, por primera vez lo
agarramos; debemos aferrarnos a la vida y no dejar que nos guarden
dentro de una “maleta” porque infelizmente nos estaremos
muriendo.
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