domingo, 4 de octubre de 2015

Los XII trabajos de Hércules: Capturar a la Cierva de Cerinea

La famosa Cierva de Cerinea era una criatura de la mitología griega, y la protagonista de el tercero de los doce trabajos de Heracles. Heracles tenía el deber de capturar a esta cierva para llevarla viva a Micenas y entregársela así a su primo, el rey Euristeo, ya que el Oráculo de Delfos (Santuario del dios Apolo en el que podían conocer su futuro de boca de la Pitia, una sacerdotisa que se comunicaba directamente con esta divinidad) ordenó a Heracles que se pusiera al servicio de Euristeo durante doce años y le dijo que cuando lograra terminar con éxito los doce trabajos que este le mandara, lograría obtener la inmortalidad.

La cierva tenía pezuñas de bronce y una gran cornamenta de oro. Era un animal protegido ya que estaba consagrada por parte de la pléyade Táigete (una de las siete hijas del titán Atlas y la ninfa marina Pléyone) a la diosa de la caza, Artemisa. Era una de las cinco ciervas que ella había intentado capturar para engancharlas a su carro, pero esta cierva había sido la única que había logrado escapar.

La cierva se caracterizaba por su gran velocidad. Prueba de ello era que las fechas de el Heracles ni siquiera se acercaban a su cuerpo. Heracles tardó un año en atraparla: la persiguió día y noche hasta llegar al país de los Hiperbóreos.Heracles no podía derramar una gota de sangre de la cierva porque tendría que dar explicaciones y sufrir un castigo por sus actos. Estando allí observó que la cierva bebía tranquilamente y le atravesó las dos patas por la piel utilizando una flecha que pasó entre el tendón y el hueso sin derramar sangre. Una vez inmovilizada, la apresó y la llevó a Micenas sobre sus hombros. La diosa Artemisa al principio se enfadó, pero entendió los motivos por los cuales había capturado a la cierva y le perdonó cuando le dijo que cumplía las órdenes que le había dado Euristeo.


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