SONETO
Ni tus ojos ni tu
boca, menuda
conseguirán deshacer
esta duda,
y viendo que te
fuiste, permaneces
y notas que me
tienes, enloqueces.
Y contigo yo, palabra
y voz muda
pues tu alma
traicionera me desnuda,
pero mientras siento
que me entorpeces
a las madrugadas las
enterneces.
O me quedo y tú te
alejas, olvido
o te acercas y me
miras, amor
llevándote contigo la
cordura.
Ya la tienes, es tuya
mi cintura
arráncame esto
que siento, temor
que lo único que falta es sentido.
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