miércoles, 13 de noviembre de 2013

SONETO

Ni tus ojos ni tu boca, menuda
conseguirán deshacer esta duda,
y viendo que te fuiste, permaneces
y notas que me tienes, enloqueces.

Y contigo yo, palabra y voz  muda
pues tu alma traicionera me desnuda,
pero mientras siento que me entorpeces
a las madrugadas las enterneces.

O me quedo y tú te alejas, olvido
o  te acercas y me miras, amor
llevándote contigo la cordura.

Ya la tienes, es tuya mi cintura
 arráncame esto que siento, temor
que  lo único que falta es sentido.

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